Aún recuerdo cuanto lloraba porque se me había caído un diente cuando era niña...aunque pasado el disgusto inicial corría escaleras arriba a guardar el diente bajo la almohada de mi cama.
Al acostarme me aseguraba que el dientecito seguía escondido en su lugar. A la mañana siguiente me encontraba en el lugar del diente unas pocas golosinas...yo sabía que casi siempre era mi hermana la que me daba el cambiazo en vez del Ratoncito y se llevaba mi diente.
Lo escondía en una cajita de unos pendientes que habíamos decorado una tarde entre las dos, aunque hoy en día seguimos bromeando con el Ratoncito. Al igual que les damos el cambiazo a nuestros sobrinos y nos llevamos los dientecitos y les dejamos unas chuches.
Lo que ha cambiado con el paso de los años es que las cajitas son más bonitas, y aquí os presentamos una colección de cajitas Guardadientes que hemos diseñado para los peques de la casa.
Realizadas en cartón piedra y pintadas con acrílicos. Están decoradas con alegres motivos y coronadas por un simpático diente de pasta polimérica.
Se venden por separado y se pueden decorar personalmente...por ejemplo, el otro día una amiga me pidió una cajita decorada con Pocoyó, para su hijo.
Cada cajita cuesta 7 euros con gastos de envío incluidos.
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